Truequete is a socio-cultural animation Project

Truequete is a socio-cultural animation Project, carried out in Alberdi (neighborhood), which emphasizes drama in relation to other disciplines. This artist collective is a place where we barter experiences; a place that allows us to meet the Other in harmony to become the Same and feel at ease with ourselves and that allows us to take a break from routine. Truequete is the place where learning through the arts paves the way for the neighborhood’s cultural development.

17/7/10

SOBRE EL PROCESO DEL PROYECTO: "IGUAL QUE ALLÁ, EN LA ISLA DE LOS PATOS"

ENTRADA AL CAMPO: EL COMIENZO DE UN VIAJE.

Entrar al campo, fue en principio tímido, observando, comiendo, probando sobre todo, los sabores peruanos hechos caseramente al aire libre. Un fueguito se enciende y algo se pone a cocinar. De esa manera empezó el primer intercambio: miradas curiosas de quien va y mira cómo se cocina y se come una comida "curiosa" y  de quiénes miran cómo mira ésta cordobesa. Luego, preguntar el precio y animarse a probar. Algunas cosas son más tentadoras que otras. Al probar los primeros sabores dulces sentía que me hacía falta un mate para acompañarlos. Así fué como me ocurrió con los picarones. Varias veces fui con mi termo y equipo de mate.
Otra vez fui y pregunté, charlé con las cocineras sobre cómo se preparaban ciertas recetas. Luego de a poco empecé a entrevistar en tono de charla. Sin anotaciones y sin grabadora que después llegaron. Cuando tomé más confianza me animé a probar lo salado, me costaba al principio porque las seis de la tarde para mí era horario de mate con torta y no de guiso o picante. Al vencer mi barrera del orden horario de comida, pude acceder a probar la papa rellena, los anticuchos, los tamales. Al quedar "atorada" con la comida y debido a que no había puesto de cerveza, vino, agua o gaseosa me vi "obligada" por las circunstancias a probar la chicha morada.  Una especie de jugo dulcísimo con pequeños trocitos de manzana.
De a poco fui realizando entrevistas a las mujeres específicamente, lo cual no significó que no haya hablado con hombres también.
En esto no estoy sola, me acompaña un equipo: Silvia, Andrea, María Laura, Mariela, Nahir y el incondicional apoyo de Sebastián. Lo aclaro porque me parece importante reconocer el apoyo y compañía de quienes están conmigo en esto.
Volviendo al proceso, en otra instancia fui con un equipo de fotógraf@s y captamos imágenes fijas, como cuadros extraídos de la vida de la Isla. En ellos era posible congelar escenas, gestos, momentos. Niñ@s curios@s se acercaban para ver las imágenes que les tomábamos. En la foto está Nahir, la fotógrafa, mostrándole las fotos que había sacado.
Tomar fotos, fue una acción que intervenía en la Isla y ponía en evidencia ciertas "ilegalidades" pero que ante mis ojos, no sentí esas ilegalidades como molestias. Lo artesanal y lo informal no son cosas que me perturben. El hecho es que la acción de tomar fotografías, generaba en algun@s un cierto temor a ser descubiert@s. Por supuesto que a tod@s les contábamos para qué era lo que hacíamos y quiénes éramos, aunque aveces nosotros también cometíamos la trampa de robarles imágenes a quienes se encontraban distraíd@s.
En otro momento se tomaron imágenes en movimiento con cámara de video, much@s personas de la Isla ya estaban "más sueltos" con nosotr@s y accedieron a ser entrevistados ante la cámara en tono de juego.

Hubo un momento en que repartimos volantes invitando a las mujeres y niñ@s a un taller de teatro, los sábados por la tarde gratuitamente. Increíblemente tod@s se mostraban interesad@s ante la propuesta pero me pasé tardes enteras, en la puerta del lugar con el viento de otoño esperando a que llegaran al taller (cosa que nunca sucedió). En la foto que se muestra aquí, estoy yo de violeta hablando e invitando a la gente a participar.
Posteriormente hice otro intento más, volviendo a rememorar  las entrevistas recordé  que la mayoría de las entrevistadas no sabían qué era el teatro y nunca lo habían visto.

Cuando pensé reflexivamente sobre ello tuve la suerte de contactarme con una colega que mediante el festival "Señores Niños al teatro" traía a un grupo de teatro peruano, el grupo Waytay. (¡Gracias Nella!). Así fue como se me ocurrió la idea de que éste grupo podría hacer su espectáculo en la Isla y de esa manera la gente tendría la experiencia de ver teatro. Este grupo fue a la Isla e hizo la obra finalmente. En la foto se ve una imagen de la obra y algunas personas del público participando en la misma. La foto la tomó otro fotógrafo colaborador: Gerardo Almada.
Al presentarse la obra, aproveché la ocasión para volver a repartir volantitos invitando al taller. Algunos sábados más estuve sola a la espera de alguien interesad@ pero nunca llegó nadie.
Nuevas estrategias me esperan, y otras que están en proceso de desarrollo: Trabajo con actrices y zapada de músicos en la Isla. ¿Qué resultará?

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